PUCHO REMACHES
Versión: Manuel Espinoza Apolo
Ilustración Gabriel y Paola Karolys
Pucho Remaches fue el nombre de una familia posadera; dueña del tambo de Mojanda, situado en la mitad del antiguo camino entre Quito y Otavalo.
Los Remaches solían asesinar a las personas que pedían posada y se alojaban en el Tambo. Sobre todo a las que llegaban solas, decían no tener familia o a nadie que los esperase en el lugar de su destino.
Una vez que mataban a los huéspedes, los perversos se quedaban con sus pertenencias, y con sus cuerpos preparaban fritada, famosa por su exquisito sabor.
Sin sospechar nada acerca de su origen, este apetecido plato era degustado por los viajeros que recorrían dicho camino; las familias que con ese único propósito subían a Mojanda; o los habitantes de Otavalo cuando los Remaches llevaban la fritada a dicha ciudad para venderla.
Su crueldad la descubrió casualmente un hombre solitario que, en una noche, al no poder conciliar el sueño, escuchó a los esposos Remaches su intención de asesinarlo y de elaborar fritada con su cuerpo.
Sin sospechar nada acerca de su origen, este apetecido plato era degustado por los viajeros que recorrían dicho camino; las familias que con ese único propósito subían a Mojanda; o los habitantes de Otavalo cuando los Remaches llevaban la fritada a dicha ciudad para venderla.
Su crueldad la descubrió casualmente un hombre solitario que, en una noche, al no poder conciliar el sueño, escuchó a los esposos Remaches su intención de asesinarlo y de elaborar fritada con su cuerpo.
Ante esta situación el aterrado huésped se ocultó debajo de la cama mientras uno de los Remaches afilaba el hacha para decapitarlo. Debajo del catre encontró un cadáver al que subió a la cama colocándolo en su reemplazo. Gracias a la oscuridad, los Remaches no pudieron darse cuenta del engaño, descargando el hacha sobre el que ya estaba muerto.
Este ardid permitió al viajero escapar a la ciudad de Otavalo, en donde dio aviso de lo que había vivido. Con dicha información, días más tarde, las autoridades capturaron a los Remaches y los fusilaron en la plaza central de Otavalo, ante la presencia del pueblo, los indígenas de los alrededores y de sus dos tiernos hijos.
3 comentarios:
QUE MALOS Y A PESAR DE ESO LES SALIA RICA LA FRITADA...
chevere me encantas su leyendas y mas las de terror les recomiendo que pongan mas porque ami me encantan
chevere me encantas sus leyendas y mas las de terror pongan mas
Publicar un comentario