viernes, 15 de julio de 2011

LEYENDA DE CAYAMBE

La puerta de Puntiatsil

tomado de "canta cuentos en el mar" de Luis Guzman 



 
Los primitivos cayambis guardaban en su memoria esta curiosa leyenda:

Al pie de la colina de Puntiatsil los pastores podían ver, de vez en cuando, un socavón estrecho, por cuyo cauce escapaba al exterior cierto asomo de agua para el bebedero de los animales. Aquel hueco estaba cubierto por el ramaje de chilcas y saúcos robustos. A la salida había un pequeño prado gramoso.

Por ese horaden entraba uno que otro pastor llevado por la curiosidad. Poco a poco hacia adentro se ensanchaba el camino. A unos cuantos metros estaba durmiendo, a las 12 del día, un perro guardián de oscuro pelaje.

El pastor que un día entró por allí, burlo el obstáculo del perro. El camino iba iluminándose mientras se adentraba más y más. Luego de un buen trecho se encontró con un patio en el cual apareció, como sacado al sol, una porción de grandes mazorcas de maíz.

El chico se dio cuenta de que ese patio estaba delante de un templo maravilloso, todo de oro. Cuando salió regresó con la muestra de dos mazorcas a su casa, en la que a los ojos de sus familiares se convirtieron en brillantes pepas de oro, de cuya venta los felices poseedores pudieron vivir cómodamente durante el resto de sus días.

Volcan Cayambe


La fama de aquel suceso despertó la ambición de otros nativos, que al entrar allí, burlando la vigilancia del perro, y luego de salir con numerosas mazorcas de maíz, afuera éstas se convirtieron en simples tusas vacías.

Se cuenta que posteriormente, algunos entraron motivados por las mazorcas de oro. El hueco, a la salida, se les cerraba, y ellos se quedaron allí para siempre.

Dicen que otra ocasión, un hombre buscador de tesoros ingresó por la puerta de Puntiatsil. Pasó más allá del templo enterrado. El camino iluminado lo llevó lejos hasta que dé con una salida distinta. Afuera ya, el hombre se percató

de haber cruzado toda la cordillera central de los Andes, hacia el lado del oriente del nevado Cayambe, pero él, es decir el buscador de tesoros, había envejecido.

La colina de Puntiatsil, en cuya cima dicen los historiadores que los cayambis construyeron un templo de oro dedicado a su dios sol, se halla a pocas cuadras y al oriente del Parque Central de la ciudad de Cayambe. Las paredes del templo estaban cubiertas ("empañetadas") de oro. El señor Sebastián Moyano, fundador español de Quito, autorizó el desmantelamiento de tales paredes, para que el oro convertido en barras fuese transportado a España

viernes, 1 de julio de 2011

LEYENDA DEL BUFALO BLANCO

A propósito del nacimiento del becerro blanco Nube de Rayo Medicinal, nombrado así como una referencia a la tormenta que marcó su llegada en Greenville-Texas este miércoles 29 de junio, y de la ceremonia de bautizo realizada por nativos norteamericanos.Leer más en: http://www.chron.com/disp/story.mpl/sp/us/7632997.html#ixzz1QuK8QBrp


bufalo blanco ... foto/LM Otero


Leyenda Sioux-Lakota

Un verano hace mucho tiempo, se reunió un concejo de siete fuegos sagrados en el campamento de Lakota Sioux. El sol estaba fuerte y la gente se estaba muriendo de hambre por eso no había juegos.

Dos hombres jóvenes salieron a cazar. En el camino, los dos hombres se encontraron con una joven vestida de blanco que flotaba al caminar. Uno de los hombres había tenido malos deseos por la mujer y trató de tocarla, pero fue consumido por una nube y se convirtió en una pila de huesos.

foto de: chamanaurbana.com

La mujer le habló al segundo hombre y dijo, "Regresa junto a tu gente y diles que estoy llegando". La mujer santa le traía a la gente un bulto. Ella desató el bulto, dándole a la gente una pipa sagrada y les enseñó a utilizarla para orar. "Con esta pipa sagrada, caminarán como rezadores vivientes," dijo. La mujer santa dijo a los Sioux sobre el valor del Búfalo, las mujeres y los niños. "Ustedes son de la Madre Tierra," le dijo a las mujeres, "Lo que hacen es tan genial como lo que hacen los guerreros"

Antes de irse, le dijo a la gente que volvería. Mientras ella se marchaba, ella dio cuatro veces vuelta, convirtiéndose en un ternero búfalo blanco hembra. Se dijo que después de ese día los Lakotas honraron su pipa, y los búfalos eran abundantes.